MIL EMPLEOS: ES UN CAMINO
A mediados de mayo se implementó en el Sur del Cesar el programa 1000 EMPLEOS por parte de la Gobernación del Cesar. En la presentación no se explicó con suficiencia el fondo del programa, pero grosso modo entiendo que es una vía correcta para afrontar la crisis de la economía que padece el Cesar.
Hasta los neófitos sabemos que la economía crece por el crecimiento del empleo y de la productividad. Dice Aurelio Suárez Montoya (2021) que donde el desempleo es bajo el énfasis hay que ponerlo en la productividad, pero donde el desempleo es alto, como en el Cesar, debe predominar la expansión del empleo.
También es sabido que el Estado debe trazar políticas que favorezcan el crecimiento de la economía en tiempos normales, y con mayor razón en estos momentos donde la población desempleada en Colombia es de 3.8 millones y el Cesar, con una tasa de 13,2%, es el quinto departamento del país con mayor desempleo, (DANE, 2019). Una total calamidad social.
Si se implementan planes de generación de empleo para mujeres y jóvenes, principalmente, en actividades de baja complejidad se estaría atacando de manera efectiva el desempleo y se impulsaría la reactivación económica del departamento en el mediano plazo.
Se tendría que enganchar mano de obra no calificada de entre las más pobres para que se ocupen en servicios oficiales y comunitarios; hay muchos tipos de “puestos” comunitarios (Remodelar un espacio público como plazas, colegios; limpiar ancianatos, recolectar ropa y comida, ayudar en los asilos, atender biblioteca, ayudar a las personas con problemas de aprendizaje).
Suárez, ya citado, en su columna “Es El Empleo, Estúpido” en revista Semana, resalta que entre esos tipos de “puestos” el más efectivo es el “sistema de cuidado”.
El paso que da la gobernación con el programa de 1000 EMPLEOS creo que se enmarca en lo que estoy tratando sobre los servicios oficiales y comunitarios. Realmente la estrategia no es nueva en Colombia ni en el mundo. Bogotá actualmente tiene en ejecución un muy buen Sistema de Cuidado.
Me explican los contratados y de lo que alcancé a entender del Sr. gobernador, el enganche de los 1000 empleos va a ser por dos o tres meses, de medio tiempo y con salario mínimo legal proporcional. Ojalá que con los expertos la gobernación logre conseguir la voluntad política y los recursos para mantener el programa hasta el final de su mandato, que es el tiempo mínimo que se estima durará la incidencia del coronavirus entre la gente más pobre, y no por solo dos o tres meses el contrato.
Se necesitan recursos para ello. Aurelio Suárez propone una Reforma Fiscal, por razones de permanencia y equidad, que los gobernadores y alcaldes podrían impulsar ante el gobierno nacional, con esa destinación específica, que grave con tarifas marginales crecientes la riqueza de 40 mil personas naturales que poseen entre uno y mil millones de dólares y de 75 empresas con más de un billón de pesos de patrimonio. Esos recursos se girarían a las regiones según tasa de desempleo como capítulo del Sistema General de Participaciones. (Recomiendo el artículo para mayor información en https://www.semana.com/opinion/articulo/es-el-empleo-estupido/202100/).
PRIMER RECREO: Veo mal a los asesores en comunicaciones del señor alcalde. En vez de aprovechar las oportunidades en que se dirige a la comunidad para informarla, orientarla y educarla, las utiliza para despotricar del señor gerente del Hospital Local (que es funcionario de su administración), de un periodista, de una emisora y de todos al que él crea que lo confrontan.
Hay que ser cuidadosos con el discurso, así sea dicho en privado, porque como lo dijera el asesor de las Naciones Unidas Adama Dieng, “los discursos de odio anteceden a los crímenes de odio”. No es, sino que miremos la sangre a nuestro alrededor.
SEGUNDO RECREO: “Un país que destruye la Escuela Pública no lo hace nunca por dinero, porque falten recursos o su costo sea excesivo. Un país que desmonta la Educación, las Artes o las Culturas, está ya gobernado por aquellos que solo tienen algo que perder con la difusión del saber” Ítalo Calvino, 1974