
AL OYENTE LE DEBEN UNA EXPLICACIÓN
La temática era otra al momento de escribir el esbozo de esta columna. Pero cambió al escuchar al señor alcalde dirigirse a los súbditos por los noticieros de Buturama radio (6:00 y 12:00 del día) y Campo Serrano radio (6:30 AM). El que después de año y medio de mandato estuviera escuchándolo por las emisoras me produjo cierto regocijo democrático y de convivencia civilizada porque se venía de una actitud hostil contra los medios de comunicación radiofónicos.
Fue un momento de predominio de mi «razón emocional».
Muchas veces había comentado que era un error del burgomaestre centrar sus pronunciamientos sólo a través de las redes sociales dejando a un lado los medios radiales. Argumentaba que por importantes que fueran las redes, la información que por ellas se ofrece es efímera en el tiempo y que para mantenerla vigente en el inconsciente general es muy costosa; amén de ser discriminatoria (solo la captan quienes tienen celular y conexión), y selectiva entre el ocio y el trabajo, a favor del primero (hay que dejar de trabajar para enterarse de lo que se anuncia en las redes).
La radio a contrario sensu, va con el oyente a todas partes: a la cama, al comedor, al dormitorio, a la sala. Está con el oyente en el carro, la cicla y la moto. También se escucha en el baño y en la parcela; arando y ordeñando; en la ciudad y en el campo; en el plan y en el cerro; en la canoa, en la lancha, en el burro, y a caballo; y hasta en el avión se escucha.
Por esencia la radio es más democrática: la escucha el rico y el pobre, por rico que sea el rico y pobre el pobre. Esta característica la hace de uso más masivo que las redes sociales y, por lo tanto, la inversión que se haga en ella para difundir un mensaje tiene mejor costo beneficio.
Qué después de año y medio el alcalde se comunique con los gobernados también por la radio me pareció el principio del fin de su tirria contra los periodistas de este medio de comunicación masiva.
Estaba en esas cuando la señora “razón racional” tocó a la puerta: advertida de su llegada, la “razón emocional” puso pies en polvorosa. Traía en la canasta de los recuerdos y evidencias un atado de preguntas: ¿Y no era que los periodistas eran extorsionistas, corruptos, irresponsables? ¿Y lo que se divulgó por las redes sobre que los periodistas exigían plata para informar sobre la administración? ¿Y los comunicados del Colegio Nacional de Periodistas, capítulo Aguachica, denunciando que los estaban maltratando, ofendiendo y calumniando?
A estas, ¿qué piensa uno? ¿Si a la administración no le abrían micrófonos porque no soltaba la tula, ahora que está al aire casi todos los días fue porque dejó meter la mano en ella? ¿Se tenía razón cuando se afirmaba que los periodistas lo que buscaban era que les dieran mermelada?
Como dijo Juan Manual Santos para justificar la volteada contra el presidente que lo montó a la presidencia: “La política es dinámica”. Con la consideración por siempre del periodismo y los periodistas de Aguachica, por respeto al oyente se le debe explicación tanto del ahora converso hacia los comunicadores, como de los periodistas.
PRIMER RECREO: Junto con DASA (Dpto. de Salud Municipal), Planeación y Secretaría de Educación municipal estuvimos en visita ocular a las Escuelas Antonio Nariño y Alfonso López con miras a verificar las condiciones de bioseguridad, infraestructura, dotación y seguridad para iniciar clases el 19 de julio, tal y como en medio de la pandemia in crescendo ordenó el Ministerio de Educación. La Alfonso López hay que tumbarla toda y levantarla de nuevo, fue el pensamiento de todos, para que pueda recibir a los niños. ¡Qué vergüenza de Estado que deja destruir una escuela como si no tuviera ninguna consecuencia para la sociedad morroca!
SEGUNDO RECREO: Merece aplausos la gestión efectiva del señor alcalde conseguir que el departamento aporte recursos para la prolongación de la Av. Campo Serrano hasta la Av. Mosquito que desde hace mucho se gestionaba por anteriores alcaldías. Pero se empaña este logro con el empeño de convencer sobre el cambio de nombre y que la prolongación es una avenida. Por omisión de anteriores alcaldes, dicha prolongación solo será posible en un carril por la invasión consentida del otro.