Por Héctor Manuel Lozano Herrera “Pancho”
Entendiendo que Aguachica tiene un PBOT (Plan básico de ordenamiento territorial) desactualizado debido a que primeros planes de ordenamiento territorial de Colombia fueron aprobados entre los años 2000 y 2003, y son conocidos como POT de ‘primera generación’. Y la vigencia de estos es de 12 años (equivalentes a tres periodos de gobierno), a corte de 31 de diciembre del 2015, este PBOT esta vencido y, además su población actual de 120.000 habitantes; Aguachica, por lo tanto, debe pasar a tener un POT (Plan de ordenamiento territorial).
En el año 1997, con la Ley 388, se crea el POT como un instrumento de planificación de cada territorio del país. Con él se regula la utilización, ocupación y transformación del espacio físico urbano y rural. Por ejemplo, le sirve al alcalde para tomar decisiones como: proteger el medioambiente, prepararse para una tragedia, construir viviendas (desde VIS hasta mega edificios), ampliar o limitar el comercio, hacer sostenible su ciudad (cobros por plusvalía, valorización y alianzas con privados), entre otros temas; además de ser la herramienta que permite ordenar la ciudad, incluida su vasta ruralidad, y definir la mejor ubicación de los equipamientos, infraestructura y los servicios que la ciudadanía necesita, entre estos: hospitales, colegios, parques, centros de atención, comercio, andenes, ciclorrutas y vías, de modo que todos tengamos acceso a más oportunidades y el derecho a disfrutar de nuestra ciudad de manera equitativa y con una mejor calidad de vida. Aguachica necesita un nuevo POT porque las dinámicas y necesidades de la ciudadanía han cambiado y demandan nuevos servicios e infraestructura que les permita alcanzar su pleno desarrollo. Debemos adaptar a nuestra ciudad a estos cambios.
Para hacer realidad este sueño de ciudad, el POT debe proponer una hoja de ruta para ese renacer de Aguachica, que se convierte en el camino para reactivar la economía de la ciudad y generar los empleos formales que necesitamos, mejorar la inclusión socioeconómica y reducir los índices de pobreza tan alarmantes en nuestro territorio, mejorar la movilidad y rescatar el espacio público, entre otros temas más.
Nuestro POT debe tener Objetivos de mediano y largo plazo, que se concretan a través de estrategias, disposiciones normativas, actuaciones estratégicas, programas, proyectos estructurantes y estrategias de intervención: Proteger la estructura ecológica principal y los paisajes y generar las condiciones de una relación más armoniosa y sostenible de la ciudad con su entorno rural. Incrementar la capacidad de resiliencia del territorio frente a la ocurrencia de desastres y derivados de la variabilidad y del cambio climático. Mejorar el ambiente urbano y de los asentamientos humanos y rurales. Revitalizar la ciudad a través de intervenciones y proyectos de calidad. Promover el dinamismo, la reactivación económica y la creación de empleos. Reducir los desequilibrios y desigualdades para un territorio más solidario y cuidador y Alcanzar el desarrollo rural sostenible. Dentro de las Políticas del POT deben estar: Políticas Ambientales y de Protección de Recursos Naturales; de Movilidad Sostenible y Descarbonizada, Cuidado para el Ordenamiento Territorial, Población y Poblamiento en el contexto de la emergencia climática y postpandemia. Ocupación, aprovechamiento y manejo del suelo. Desarrollo Económico y Competitividad. Participación Ciudadana, Gobernanza y Administración para el Desarrollo Local. Revitalización urbana y protección a moradores y actividades productivas. Hábitat y Vivienda. Integración Regional y Reverdecimiento. Dentro de los desafíos encontramos: regional, económico. Solidaridad, ambiental, identitario, de gobernanza y administración local y del hábitat sostenible. Dentro de los Retos encontramos: Construir una visión sistémica del territorio que nos permita una estructura de Ciudad-Región y lograr una adecuada infraestructura de soporte para potenciar las vocaciones del municipio y hacer de Aguachica una Ciudad de: Servicios, Agroindustrial, Logística y Geoestratégica. Hay Esperanzas.