LA CAMPO SERRANO Y OTRAS AVENIDAS.
Los primeros días de diciembre se inicia la construcción de la prolongación de la Av. Campo Serrano hasta la Av. Mosquito, según lo publicitado por el señor alcalde. En buena hora los barrios Suroccidentales tendrán una vía para conectarse fácil y seguros con el centro de la ciudad. Siendo una excelente gestión del alcalde, la obra no alcanza para histórica. Pero sí amerita aplausos.
En columna anterior dejé la inquietud de si el tramo a prolongar de la Av. Campo Serrano (desde la Calle 9-hasta la 16) podría llamarse avenida aun sabiendo que sus condiciones técnicas serán muy inferiores. Respondo basado en lo explicado en dicha columna que Sí. La Campo Serrano seguirá siendo avenida, así sea en una sola calzada. Así como la calle La Sabanita es avenida, por ser una vía de gran flujo vehicular que conecta puntos densamente poblados, con mayor razón lo será el tramo que se va a prolongar de la Campo Serrano.
Lo que no puede es llamarse de otra manera. Hacerlo es cometer el exabrupto de numerar como SIETE el tramo de la calle desde la carrera 20 hasta la 12, y desde ahí, hacia abajo, bautizarla como calle OCHO. Si la Av. Campo Serrano se prolonga, lo que se está haciendo es prolongar dicha avenida y no construyendo otra.
Algunos alegarán que no es avenida porque será de una calzada viniendo de una de dos. Por lo dicho en columna anterior, no es el número de calzadas lo que determina la denominación sino la importancia para la movilidad que tenga. Nadie puede negar la importancia del tramo que se va a construir. Si terminan la obra, la Campo Serrano será avenida de dos calzadas entre la calle 1 y 9; y de una calzada entre la calle 9 y la Av. Mosquito.
Una lástima, porque pudo ser de dos. La naturaleza así la tenía diseñada. Pero eso no es culpa del alcalde Robinson sino de otros. Que, entre otras cosas, el líder Robinsón los ayudó a ser alcaldes. Alcaldes que por ora miopía urbanística, ora canina de votos, ora negocio, ora por otras razones, permitieron que se construyera sobre una de las calzadas.
Pero no todo está perdido. La Av. Mosquito se puede ampliar su calzada a tres carriles hasta el cruce con la variante Aguaclara. Y de ahí hasta la 40, prolongarla con dos calzadas. Están los diseños hechos por la naturaleza.
La variante Aguaclara es una avenida que se puede mejorar mínimo con tres carriles hasta el semáforo de Centrales Eléctricas.
La carretera a Gamarra está dejando de serlo, en los términos de la definición dada en columna ya citada, para ser una avenida intermunicipal. Que los alcaldes que ha habido allá y acá no la hayan visto así para entre ambos hacerle otra calzada, más una vía peatonal, más una cicloruta no impide que los futuros no lo puedan hacer. Pero los presentes deben impedir, antes que patrocinar, el corrimiento de cercas para que cuando llegue el momento de hacerlo esté el espacio disponible.
Esas, entre otras vías.
Nadie está pidiendo que las construyan ya; lo que se espera es decencia administrativa para que no permitan que sigan corriendo las fachadas hacia la calzada o sigan invadiendo lo que puede ser calzada, para que cuando un alcalde tenga presupuesto y visión adecúe esas vías como modernas avenidas.
No puede seguir pasando como pasó con la Av. Campo Serrano que pudo tener dos calzadas hasta la Mosquito y que hoy tenemos que conformarnos con un pedazo en solo una.
PRIMER RECREO: No ha podido la Secretaría de Obras o a quién le corresponda estructurar el proyectico para reparar la sede escuela Alfonso López destruida por los vándalos. Por esa negligencia continúan los niños de tan importante sector de Aguachica con la escuela cerrada.