Por: Diógenes Armando Pino Ávila
La ex senadora Ingrid Betancourt renunció al senado en el año 2001, salió despotricando de todo el mundo, manifestó que se iba del senado porque era “Un nido de ratas”, no le faltaba razón, pero ella lo sabía cuándo se hizo elegir. No se ahorró críticas en contra de Serpa por el proceso 8.000, como tampoco se las economizó al acusar a Uribe como paramilitar. Todo este libreto, pensado y maquinado con tiempo para lanzarse a la presidencia de la República en el año 2002 respaldada por el aval de su partido Verde Oxígeno.
Ya montada en su campaña electoral como candidata a la presidencia de la República, coincide con el hecho del rompimiento del proceso de paz de Pastrana, el cual se da por el secuestro de Jorge Eduardo Gechem, con lo cual el gobierno de Andrés Pastrana autoriza la retoma de la llamada “Zona de distención” y para oficializar la retoma Pastrana dispone acto público en San Vicente del Caguán.
La candidata de ese entonces Ingrid Betancourt, dentro de su show mediático político decide asistir a esa zona, la comandancia de la fuerza pública le recomienda no asistir por ser zona de conflicto, ella no atiende a los llamados a la prudencia, solicita ser helico transportada por las Fuerzas Armadas y estos se niegan a hacerlo, pues de llevarla en los helicópteros, como candidata le acarrearía sanciones disciplinarias a la comandancia. La doctora Ingrid montada en su libreto el día 23 de febrero del 2002 decide penetrar la zona por vía terrestre y cae en un retén de la FARC que la secuestran a ella y sus acompañantes. La prensa registra al día siguiente la liberación de su conductor, el camarógrafo de su campaña y creo que un periodista, pero quedan en cautiverio Clara Rojas y ella, como se dijo estos acontecimientos se dieron en el gobierno de Pastrana.
Uribe asume su primer gobierno del 2002 – 2006, pero fue en el año 2007 cuando Piedad Córdoba le pide al presidente Chávez que intervenga ante el gobierno de Uribe para la intermediación humanitaria de liberación de secuestrados. En agosto de 2007 el presidente Uribe se reúne con Piedad Córdoba y le autoriza para que sirva de mediadora. Quiere decir esto que ya Ingrid Betancourt llevaba 5 años aproximados de secuestro.
Con la mediación de Chávez y Piedad se logra la liberación de Clara Rojas y su hijo Enmanuel, la ex representante Clara Perdomo y otros secuestrados. Si bien es cierto que las gestiones de Piedad no lograron dar con la liberación de Ingrid, también es cierto que, aseverar que no haberla liberado la hace cómplice del secuestro, es un acto desleal y desvergonzado. Siento que la hoy, de nuevo candidata, Ingrid Betancourt monta de nuevo un sainete político-mediático para mojar prensa y robar cámara en los noticieros inculpando a Piedad.
Entiendo que los largos años de cautiverio y tortura psicológica ha debido marcarla, comprendo que hay en su alma algunos traumas insuperables, celebro que no haya sentido el síndrome de Estocolmo, pero me parece desproporcionado, desconsiderado, oportunista y bajo, el hecho que utilice sus traumas post secuestros como bandera para inculpar a Piedad Córdoba.
Nótese que ahora, que coincidencia, cuando estallan escándalos de corrupción, compra criminal de votos, contubernio entre militares y narcotraficantes y paramilitares, como siempre un escándalo trata de tapar otro escándalo en un modus operandi de lanzar cortinas de humo por doquier para que la opinión pública no se detenga a ahondar en el conocimiento y la comprensión analítica de la degradación política del Estado. No sabría decir si Piedad está inmersa en negocios no santos con Alex Saab, no sé si se lucró de la amistad con Chávez, lo que me parece raro, desproporcionado e indecente es que Ingrid la acuse de ser cómplice de su secuestro.
Parece que entre Ingrid y Piedad hay una Teodora atravesada que saldrá a flote un día de éstos para desenredar el pastel. Por el momento, personalmente y mirando los datos registrados por la prensa y las autoridades, con inventario de duda, creo en la inocencia de Piedad y en la mala leche y aprovechamiento coyuntural de la política de Ingrid.