Por: Diógenes Armando Pino Ávila

       Los entendidos decían que la política colombiana era impredecible, que en política dos más dos no era cuatro y otra cantidad de máximas para dar a entender que la política tenía unos intrincados laberintos y procesos de difícil predicción, ya que, había una serie de situaciones, acciones, circunstancias y personajes que torcían los resultados electorales a el capricho de la loca suerte y en el peor de los casos al son del dinero, ya que el trapo rojo o el azul habían perdido la fuerza de atracción brutal que ejercían sobre el elector.

      Últimamente la política ha cambiado tanto en sus formas y usos que con mediano esfuerzo de análisis se puede vaticinar con bastante posibilidad de acierto. Veamos: Hace dos semanas, en esta misma columna con el título “Hay más caciques que indios” vaticinaba la soberana tumbada que le iban a pegar a los aspirantes a senado y cámara de representantes. Ya se sentía el visaje de los politiqueros locales posando como líderes de una cauda electoral inexistente. Ya se veía el movimiento y los continuos viajes a la capital del departamento de los supuestos líderes. Ya se escuchaban los rumores de que los corre-comandos hacían llamadas, consultas, negociaciones con los candidatos a cámara y senado, proponiendo el negocio electoral. Ya se rumoraba que Fulano le ofreció a Azul 2000 votos, se decía que Zutano le ofreció a Rojo 1500 votos y así sucesivamente una camada de avivatos negociaba como reces al matadero a inocentes votantes que no tenían la mínima idea de que ya le estaban poniendo precio a su deber ciudadano electoral.

    Los cálculos de dichos avivatos iban más allá, sabían que la papeleta de cámara era manejable, por lo fácil y que la de senado era más difícil, entonces asumieron la estrategia de negociar con varios candidatos a senado, por altas sumas de dinero, en el entendido de que muchas listas iban a sacar una votación regular o mínima con la cual podían ampararse. Pero su viveza iba más allá, jugaban con la necesidad y el desespero de dichos candidatos, los cuales pactaban con dos, tres o más avivatos. Estos supuestos varones electorales de pueblo en su astucia calculaban los votos que pondrían los otros líderes y analizaban lo fácil que era votar por otro senado para luego discutir que los votos del tumbado los habían puesto ellos y no el líder serio que trabajaba la política con seriedad.

    En mi pueblo, ahora pasadas las elecciones, solo se escucha el rumor o la voz alta que dice y señala que fulanito tumbó al rojo, que Perencejo no votó por el azul de Valledupar sino por el Naranja de Barranquilla o, que se yo, otro cualquiera al cual también le recibió dinero. El balance que hacen los lenguaraces es que en esta elección se forraron en billete dos o tres vivarachos de esta calaña de politiqueros de nuevo cuño y eso estaba cantado.

    Lo otro que se sabía con anticipación era que en la consulta Petro le daría “sopa y seco” a los candidatos de las demás consultas, se veía y aún se ve, que el pueblo está cansado de los mismos con las mismas y que la mayoría de colombianos deseamos un cambio, para bien o para mal, pero deseamos un cambio. Ante esos resultados abrumadores de Petro en la consulta, también se decía que se uniría la derecha en una gavilla contra el Pacto Histórico y miren a solo cinco días de realizada la elección, ya se hace público la alianza, adhesiones, negociaciones, reuniones, diálogos de grupos y líderes que se juntan tratando de torcer el querer de la mayoría de colombianos que se expresaron en la consulta.

    Otro aspecto cantado de antemano, era que el Centro Democrático se resquebrajaría electoralmente, dejando de ser la fuerza de derecha que imponía su voz cantante en las decisiones del gobierno y el país. Lo que no se pudo predecir, fue que tal paliza del Pacto Histórico obligaría al doctor Uribe a aceptar que candidato que recibiera su apoyo, el pueblo le retiraría sus preferencias. La situación planteada por la contienda electoral ha hecho que hasta el presidente Duque salga al ruedo a contradecir las propuestas de Petro, pareciera que siente que Petro es imparable y Duque con el sol a sus espaldas sale de escudero de la derecha, pretendiendo desvirtuar las protestas de Petro. Creo que Duque debe seguir el ejemplo de Uribe “No estorbar para por fin hacer algo”.

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