Por: Diógenes Armando Pino Ávila
Comienza a despejarse el panorama político, se puede decir que clarea el horizonte de la política colombiana, quedan tres vertientes con ruido y algunas otras escondidas, fuera del foco de opinión del pueblo colombiano y de la prensa tradicional, lo más seguro es que no alcancen a llegar ni siquiera a la primera vuelta, pareciera que el cálculo político de dichos candidatos sin ruido, era solo la expectativa, el deseo de figurar o una manera de negociar, diciendo si me voy contigo y me das lo que pido, me quito, sino te haré estorbo hasta el final de la primera vuelta.
Algunos de esos silenciosos e ignorados candidatos llegarán a la primera vuelta y serán sacados de la contienda electoral por la presidencia por su baja votación, algunos incluso harán el ridículo ante el abultado caudal electoral de los tres que se perfilan como de mayor votación (Petro, Fico y Fajardo), en comparación con la que ellos los ignorados puedan aportar. Pero esa es la democracia, la nuestra, imperfecta y todo, pero nuestra, en la cual se puede sacar pecho en una contienda electoral, siempre y cuando tenga caudal, maquinaria o dinero.
Como van las cosas, se perfila una contienda entre Petro, Fico y Fajardo, por lo menos es la percepción que da el panorama político, la inclinación de los medios, la asistencia a manifestaciones y sobre todo el pi-sa-y-co-rre del presidente Duque, contestando como si fuera candidato las propuestas de Petro. Otro síndrome que nos muestra el estado de las campañas, son, entre otros, el silencio de Uribe y el mecer de su hamaca de opinión llamando a Ingrid, las alianzas de última hora de algunos prohombres adhiriendo a las campañas de los dos favoritos (Petro y Fico)
Algunas adhesiones cantadas, como las de algunos empresarios a Fico, la de la derecha y ultraderecha alinderándose por Federico Gutiérrez, mientras que la izquierda no sé si la extrema izquierda, se arrima a las toldas de Petro, lo que entiendo es que el debate está en su punto más interesante, donde, los maestros mueven sus fichas en ese juego de ajedrez, de astucia y de ingenio que es la política; ya vemos muestras claras que indican que los de arriba se mueven, pues los de abajo se movieron duro y masivamente alrededor de Petro, pero por arriba vemos muestras, señales, mensajes cabalísticos que indican que el santismo y el samperismo, también se alinean al lado de Petro, mientras que los pura sangre del Centro Democrático, se arriman sin alegría al lado de Fico.
Que se ve venir, que ante la corriente de simpatía incontenible del «pueblo pueblo», de los liberales, de los intelectuales, de los trabajadores, de las negritudes, de los indígenas o como diría Mario Benedetti, no el político, sino el escritor uruguayo, «los nadies y las nadies» en favor de Petro, los adinerados, ganaderos, políticos tradicionales, empresarios, en fin, la derecha y ultraderecha se verán obligados a unirse y aportar ingentes recursos económicos para trancar la corriente de opinión petrista, eso se traduce en que habrá una danza de millones, miles de millones de pesos colombianos en la compra de votos, presión y constreñimiento para atajar lo que hasta ahora se ve venir.
Del otro lado vendrá la astucia, de dirigir al pueblo a que se lucre de ese dinero de la derecha, pero votando con Petro, creo que habrá pedagogía al respecto, que se trazaran estrategias sobre el particular. Algunos dirán que no es ético inducir a la gente a recibir el dinero y votar en contra de los de siempre, la verdad, no se ve nada ético, pero mirándolo con calma se puede colegir, que si no es ético «sería muy práctico».
Como dijo el ciego <Amanecerá y veremos»