NO ES COMO PARECE

Por Óscar Hernán Pallares Ropero

     Las cosas son como son y no como creemos que sean. Creer lo contrario conduce a actuaciones equivocadas; a decisiones fatales; con prejuicios malévolos y fracaso en la planeación, entre otros.

     Es que los seres humanos en su proceso evolutivo han involucionado hacia una mentalidad de creer que, negando los hechos, o achacándoselos a otros, los hechos y sus consecuencias van a cambiar por sí solos.

    Algunos ejemplos se me ocurren a torrente en estos momentos, mientras torrencialmente llueve en Aguachica;

     “La ola de atracos, asaltos y asesinatos que se empotró en el municipio se debe a que Aguachica está invadida de extranjeros”: Negar la realidad de que muchos morrocos están implicados en dichos delitos, es como un sedante para calmar el horror de la posibilidad de ser atracado a ojos vista y desviar la atención para emprender verdaderas soluciones. La realidad es que Aguachica está sitiada por la inseguridad y así cerremos los ojos, esa es la realidad.

     “La destrucción del parque, o cualquier bien público, seguramente no la produce un aguachiquense”: Con esta aseveración sobre la existencia de una realidad que no es, conseguimos distraer nuestra alma de la culpa de tener coterráneos que destruyen los bienes públicos.

     “Hay que detener y encarcelar a los muchachos que se roban las tapas de los medidores de agua; cortan y se llevan el cableado eléctrico; se echan al hombro las canecas de recolección de la basura para cambiarlas por unos pesos; se llevan sin permiso para desmantelar las motos ajenas; dejan sin tapas las alcantarillas, sin rejillas los colectores de agua y hasta las materas se las roban”: Estas manifestaciones de populismo penal evaden la responsabilidad de reglamentar rigurosamente el funcionamiento de las chatarrerías, para que, dejen de actuar como sitios de receptación (art.447 CP). El pez sin agua no es pez sino pescado.

     “Esto se arregla si se cambia a la Policía”. Este supuesto remedio se viene aplicando desde hace tres años, si mal no me acuerdo, tres veces se ha hecho ir a la policía injustamente como viles delincuentes, y la inseguridad sigue in crescendo. Esparcir irresponsablemente la culpa a otro puede ser el mecanismo síquico de tapar la propia responsabilidad. Contrario sensu, lo que se requiere es un pie de fuerza policial suficiente, profesional, permanente y con el apoyo logístico y moral de la municipalidad.

     “La alta accidentalidad de motocicletas en el municipio se debe a que los moteros no usan el casco y no tienen los documentos en regla”. Nada tiene que ver el casco o no tener el seguro como causa del accidente. Por lo general el accidente se produce por exceso de velocidad, violación de las normas de tránsito o conducir en estado de embriagues o descuido y temeridad. Aducir lo contrario es esconder el deber de cuidado que tienen las autoridades de hacer campañas educativas, organizar el tráfico, establecer y señalizar la nomenclatura urbana y fijar la señalización vial. Es más fácil echarle la culpa al no casco que asumir la responsabilidad de impedir que suceda el accidente.

     Hay muchas acciones y hechos que parecen ser sin ser y por eso no se toman las medidas pertinentes o las que se toman son inocuas para contrarrestar la acción. 

PRIMER RECREO: El que se hagan muchas cosas no quiere decir per se, que todo está bien; igual, que se hagan pocas cosas no es prueba contundente de que se obra mal. 

SEGUNDO RECREO: EEUU debe ser un aliado de Colombia, pero no se puede feriar la dignidad nacional para que lo sea. Los cánones internacionales tienen establecido que las relaciones entre estados deben ser de mutuo respeto, de no intromisión en los asuntos internos de cada país, entre otros. Así debe conquistarse que sean las relaciones de Colombia con los demás estados.

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