EN EL PRINCIPIO LA TIERRA FUE UN INFIERNO

Por Óscar Hernán Pallares Ropero

     La hermosura de planeta que hoy estamos destruyendo fue un verdadero infierno en su génesis. Por lo que se sabe es el único hábitat con vida en el universo. ¿Qué lo hace único? Para comprenderlo hay que “ir” al remoto pasado, viajar en el tiempo hasta alcanzar el momento del parto de la misma tierra.

    Se tiene que viajar atrás a más de cinco mil millones de años. En esa época no existían ni rastros del planeta azul. Solo existía el astro rey que estaba naciendo en medio de un montón de polvo. Con el tiempo la fuerza de la gravedad aglutina el polvo y lo convierte en roca. La gravedad hizo nacer a la tierra, uno de los 100 planetas que giran alrededor del sol.

    Pero hace unos 4.540 millones de años la tierra era más parecido al infierno que al sabroso hogar que es hoy. La temperatura era de 1.200°C, no había aire, solo dióxido de carbono, nitrógeno y vapor de agua. La recién nacida solo era una bola hirviendo de lava, todo un océano de lava.

    En esos momentos un joven planeta denominado Theia se estrella contra el naciente planeta azul; tiene el tamaño de Marte y viaja a una velocidad de 15 km/seg, veinte veces la velocidad de una bala. La fuerza de gravedad del intruso deforma la superficie de la tierra.

     La onda expansiva de la colisión se alza por todo el planeta, es como si los jóvenes planetas se volvieran líquidos; millones de toneladas de escombros se esparcen por el espacio, pero a lo largo de mil años la gravedad opera su magia y los escombros se transforman en un anillo de polvo rojo caliente de roca que rodea la tierra. A partir del anillo se forma una bola de más de 3000 km de diámetro. Es el nacimiento de la Luna. Gira muy cerca de la tierra (a 22.000km), muchísimo más cerca que la luna a la que le cantan los enamorados (a 400.000 Kms).

      Hace 3900 millones de años la tierra fue bombardeada por millones de escombros que quedaron de la formación del sistema solar. Cada meteorito venía cargado con partículas de agua. Durante 20 millones de años cayeron sobre la tierra y el agua se embalsamó. Aunque el globo terráqueo se está enfriando no se vislumbra señal alguna de vida.

     Setecientos millones de años después del nacimiento de la tierra, las aguas creadoras de vida cubren su superficie. Pero no es solo agua, hay pequeñas islas debajo que emergen violentas y forman islas volcánicas, las que al unirse serían los futuros continentes.

    Aún faltan millones de años para que la tierra se torne apta y produzca la vida. Pero, eso sería la continuación de este escalofriante relato sobre cómo nació la tierra. Por ahora dejemos ahí.

     Como se ve, no es fácil hacer un planeta y en el tiempo de un traqueto. Menos un planeta tan maravilloso como lo es la tierra.

     Si el mundo ha necesitado 5 mil millones de años para darnos la tierra que tenemos hoy en día ¿Entonces, por qué queremos convertir en infierno lo que ha llegado a ser un paraíso?

(La columna está fundamentada en El Origen de la Tierra (documentales) (2018), National Geographic Channel.

PRIMER RECREO:  En Aguachica, por ejemplo, se está contribuyendo aceleradamente con dicha destrucción permitiendo y fomentando la destrucción del Bosque El Agüil, todo a cambio de aplausos y votos.

SEGUNDO RECREO: ¡S.O.S.!: Llegaron las elecciones; atentamente Bosque El Agüil.

CACHADERA DE CLASE: Llegó y está que se acaba enero con su ventolera de alzas, carestía, promesas incumplidas y demagogia.

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