Por Óscar Hernan Pallares Ropero
SAN ROQUE Y LAS FIESTAS
El 16 de agosto se espera con alegría por los morrocos, aunque más, por los que habitan en otros lares del territorio nacional e inclusive internacional. Es la ocasión para revivir su pasado, enterarse del presente e indagar por el futuro de Aguachica.
En Aguachica, ese 16 tiene tres connotaciones. La primera tiene que ver con la celebración de que Aguachica sea patronada por san Roque; la segunda es la conmemoración del inicio del asentamiento de la población (se calcula por algunos en 275 años) y la tercera es el festejo extra religioso y de fundación, como es el gozar de la parrilla de parranda que organiza la alcaldía municipal.
San Roque como patrono de Aguachica lo fue no solo de la localidad, sino también, era el guía religioso de toda la región, incluso de Ocaña, antes de la aparición de la virgen de Torcoroma. Se presume que San Roque fue “traído” a Aguachica por uno de los Antón García de Bonilla, desde la provincia de Ocaña; una vez creada la parroquia en la tierra del sol canicular y el calor sahariano, la iglesia católica lo nombró patrono de la localidad.
En la colonia del reino de España se presentaron dos formas de organizar asentamientos humanos que con el tiempo se convirtieron en pueblos y luego en ciudades. Unos, por fundación, como Ocaña, Bogotá o Valledupar. Un acto administrativo de la Corona escogía un terreno y fundaba un pueblo. El otro, al igual que hoy en día, se produce por el asentamiento voluntario de personas que se unen en torno a un centro de producción y nunca se sabe quién fue el primero en llegar y montar su rancho, tal el cual llegaron otros y otros, hasta construir una ciudad como Aguachica. Generalmente los historiadores para este caso lo asocian con la fundación de la parroquia católica.
Por esa razón se calcula que el inicio del poblamiento fue hace 275 años y se escogió el 16 de agosto para ambos acontecimientos. De ahí que el 16 de agosto es fiesta religiosa católica y civil conmemorativa. Casi siempre fue así: más religiosa y familiar que conmemorativa del asentamiento y menos convertida en un negocio.
Pero no sé, de cuándo acá, pero la fiesta religiosa-histórica la convirtieron en solo parranda para adultos y tomar licor.
Las actividades para niños no se mencionan en los folletos promocionales; los adultos mayores son desconocidos; las actividades deportivas, recreativas y buena y sana utilización del tiempo libre tampoco aparecen. Tertulias, visitas guiadas a sitios turísticos (para muchísima gente que vive en otras ciudades, también los que viven acá, conocer los nuevos barrios sería un buen plan turístico); exposiciones de pinturas, cine en los parques. Hay muchísimas actividades culturales que se podrían realizar durante las fiestas; si hay voluntad de la administración, y poco dinero, con quitarle unas esquirlas a tantos eventos de parranda, podrían financiarse.
Los nuevos alcaldes que salgan de ahora en adelante del ramillete de candidatos actuales, deben darles un vuelco a las fiestas integrando actividades para todos.
PRIMER RECREO: El desfile cultural del 7 de agosto se convirtió en un verdadero plebiscito popular. Más de 10 mil personas, según los entendidos, se dieron cita en la Av. Kennedy y calle 5 para presenciarlo. Fue maravilloso ver lucirse a los colegios, sus eventos culturales, sus bandas, sus profesores, sus estudiantes, sus padres de familia. Se demostró que sin los colegios.
El plebiscito afirmó que los desfiles cívicos deben hacerse por la Kennedy-Calle 5 y con los colegios.
Aguachica, tierra morroca de sol canicular y calor sahariano, 11 de agosto de 2023.