En el último mes, los alféreces de tránsito de Aguachica se han visto envueltos en diferentes situaciones de intolerancia con la ciudadanía, esto debido a las constantes arbitrariedades en los operativos por parte de los agentes reguladores, lo que se ha convertido en un dolor de cabeza para sus habitantes,
Si bien es cierto, los habitantes del municipio desde que se dio a conocer y posteriormente se aplicó el decreto de movilidad 048 del 2023 han expresado su inconformismo, pues sostienen que Aguachica no cuenta con la cantidad suficiente de vehículos para mantener un pico y placa, aún así, se han mantenido al margen del mismo, cumpliendo con lo establecido de no poder movilizar su medio de transporte en los días y horarios específicos, además de respetar las zonas “prohibidas” para parquear y otros puntos del decreto; pero el problema radica cuando los alféreces, según la comunidad, son arbitrarios a la hora de realizar los procedimientos pertinentes.
En vídeos han quedado registrados los procedimientos que han terminado en agresiones tales como, lo ocurrido el 17 de agosto en la calle 5 entre carreras 14 y 15, o el altercado con el taxista en la carrera 34 con calle 5, que han sido los más famosos y además se volvieron noticia nacional; ahora, el pasado 5 de agosto, se presentó otra situación bochornosa al inmovilizar una motocicleta por supuesto incumplimiento al pico y placa, sin embargo, el vehículo no se encontraba en su día de restricción.
Ahora, ¿qué es lo que desata la ira entre los ciudadanos y los agentes? Según la ciudadanía, lo molesto del caso no es hacer cumplir la ley y realizar el procedimiento, sino la poca tolerancia que existe entre los alféreces, pues “les encanta insultar a las personas, perseguirlas, irse encima de ellas con tal de quitar las motos” es lo que expresan. “Si me llegan a ‘madrear’ yo también voy a responder y a nadie le va a gustar”, “cuando uno no les da plata es cuando comienzan a creerse los dioses y a tomar la justicia por sus propias manos”, comentarios como estos son los que se escuchan cada vez que sale a la luz algún mal procedimiento.
Ante esta situación, en una entrevista realizada por el canal RCN, transmitida a nivel nacional, la directora del tránsito Yeliza Polanías, manifestó que rechazan estos actos de intolerancia hacia los agentes, pero, ¿por qué no rechazar también los actos de intolerancia de los agentes hacia los civiles? Pues se ha evidenciado que en la mayoría de los casos, insultos, provocaciones y agresiones inician por parte de los mismos, y como siempre, todo acto tiene su consecuencia; evidentemente las únicas víctimas no son los reguladores.
Por su parte, los habitantes han pensado en movilizarse de manera pacífica para manifestar su inconformidad, con esto es evidente el rechazo de todo el pueblo morrocoyero hacia estos servidores, que en lugar de resolver verdaderas problemáticas relacionadas con la movilidad del municipio, se han dedicado a atropellar de diversas maneras a quienes tienen sobre todo, una motocicleta; pero haciendo una analogía a hace unos años, esperemos que no llegue el punto en el que realmente se cansen y suceda nuevamente aquel hecho que marcó la historia de Aguachica, cuando las oficinas del IMTTA intentaron quemarla por los ciudadanos tras tanto atropello y arbitrariedad, recordemos que a veces, la historia está condenada a repetirse.
Lo que sí está claro es que, estas acciones son las respuestas de un pueblo cansado, agobiado, aburrido de lo mismo, de que instituciones como el Tránsito y Transporte, y por ende sus trabajadores, hayan perdido su credibilidad por haberse dedicado al “cómo podemos arreglar”, y si no hay para arreglar pues hacen de la ley lo que ellos quieren; son situaciones que avergüenzan, que dan impotencia y que además generan rechazo hacia quienes creen que por tener un uniforme, pueden hacer del pueblo y con el pueblo, lo que “les dé la gana”.