CAMPEA CAMPANTE
La Real Academia de la Lengua la define así:
“CORRUPCIÓN: Del lat. corruptio,-ōnis.
1. f. Acción y efecto de corromper o corromperse. (Sinónimo:Putrefacción, descomposición, podredumbre, degeneración).
2. f. Deterioro de valores usos o costumbres. (Sinónimo: Corruptela, deshonestidad, depravación, perversión, vicio, envilecimiento, peste).
3. En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización indebida o ilícita de las funciones de aquellas en provecho de sus gestores. (Sinónimo: soborno, cohecho, compra, coima).
4. f. desus. Diarrea, descomposición”.
No es de ahora (hasta a Judas lo acusaron de corrupto), pero nada justifica que esté campeando tan campante ahora.
El año pasado la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de Colombia compartió el Primer Mapa de la Corrupción Administrativa (2010-2023) donde destacaba que el pódium de la corrupción lo compartían el peculado por apropiación (26%), la contratación sin requisitos (24,6%), la concusión (10,1%), interés indebido en la contratación (7,4), y peculado por uso diferente (2,1%).
En la presentación, el secretario de transparencia Andrés Idárraga dijo: “Colombia agoniza en un mar de inmunidad […] hecho que como Nación causa vergüenza”.
Sin embargo, a pesar de ese mar de impunidad, la corrupción campea campante. En internet,
tiene un gran resumen de los casos de corrupción desde la fecha hasta el “Proceso 8000” en 1995.
La corrupción en Colombia en vez de acabarse, o por lo menos llevarse a su mínima expresión como lo pidió un famoso expresidente, lo que el pueblo ve es cómo avanza lo “caripelá” de los corruptos: ni se inmutan; por el contrario, pareciera que se jactan de serlo.
Este año ha sido de locos. Se destapan hechos tras hechos de corrupción aberrante, desgobierno, denuncias y contradenuncias: multimillonarios carrotanques para transportar agua que se encuentran varados (se los abudinaron, se denunció en el gobierno anterior); se piden renuncias y luego se desrenuncian; presidentes de la Cámara y del Senado involucrados en presuntas corrupciones para pedalear proyectos gubernamentales, llamado a juicio de un expresidente, golpes de estado imaginarios por todos lados, desbarajustes en el sistema de salud, investigaciones por pasarse los límites de inversión en campañas electorales,…la locura. Mientras tanto, las necesidades del pueblo se suplen a punta de charlas, marchas y aplausos.
PRIMER RECREO: Los organismos de justicia a nivel internacional y nacional, también, han establecido que: “los altos mandos militares pueden ser penalmente responsables por crímenes perpetrados por sus subordinados […], si puede demostrarse que ejercían control efectivo sobre tales subordinados, tenían conocimiento o motivos para saber de la comisión del delito, o si contaban con los medios o adoptaron las medidas necesarias y razonables para prevenirlo, asegurar que se investigara adecuadamente o castigarlo” (Tribunal penal internacional para la ex Yugoslavia – TPIY- , 1998)”
Parangonando lo anterior, en lo civil aplica lo mismo.