El anunciado mejoramiento del servicio de agua potable se convirtió en una alharaca pasajera, un falso anuncio para calmar los ánimos de los inconformes usuarios. En Aguachica en invierno se presentan prolongados racionamientos por las crecientes súbitas y en verano los prolongados racionamientos se dan porque la quebrada Buturama prácticamente se seca y el preciado líquido es mínimo.
Después de varios meses de haberse reducido notablemente los días de racionamiento del servicio de agua potable en los distintos sectores del municipio, nuevamente aparece el karma para los habitantes de ésta población debido a que después de tener el servicio cada cinco días en promedio, ya se hace manifiesta la preocupación porque nuevamente el preciado líquido está llegando cada quince días y algunos afectados manifiestan que han tenido que esperar hasta veinte o más días para tener nuevamente el servicio.
Queda en entredicho lo que el alcalde municipal ha venido pregonando referente al tema, al cuál pomposamente ha denominado «la revolución del agua», en donde manifiesta que ésta problemática de muchos años había llegado a su fin en lo que va corrido de la administración Primero Aguachica.
Ante ésta nueva ola de escases del preciado líquido, la empresa prestadora del servicio ESPA, no ha hecho ningún pronunciamiento. Es posible que ésta situación obedezca al bajo caudal de la quebrada Buturama debido al fuerte verano que azota a nuestra población, pero lo preocupante es que cuando tuvimos un prolongado y generoso invierno, el problema de la suspensión del servicio con frecuencia, obedecía a crecientes súbitas en la fuente que surte al acueducto.
Así las cosas, poco a poco se reactiva el eterno problema pese a que ya se habían ejecutado las obras que en poco tiempo garantizarían el servicio de acuerdo a lo prometido, es decir 24 horas los 7 días de la semana.
