Nicolás Ordoñez Ruiz
Según el último informe de CAMACOL, entre enero y mayo del presente año se dejaron de vender 64.129 viviendas nuevas en Colombia, esto representa no solo una caída del 61% en las ventas respecto al año anterior, sino que el sector integralmente dejó de percibir 13 billones de pesos en inversión.
El panorama aún es desalentador debido a que el balance en el segundo semestre del 2023 sigue siendo negativo. Basta con revisar el mes de agosto, donde la variación en ventas llegó a ser del -52%. Preocupa que los diferentes tipos de vivienda presentan la misma tendencia. Por ejemplo, en el segmento VIS se vio un impacto negativo del 56% mientras que en la modalidad NO VIS se registra una disminución del 40%.
También es alarmante lo qué se registra en el tema de subsidios para vivienda, donde encontramos que de 75.000 de que han sido girados por el Gobierno nacional, solamente 52.000 cuentan con cobertura de interés. A raíz de esto, es necesario cuestionar ¿Qué pasa entonces con los 23.000 restantes? ¿Dónde quedó el principio de planeación del Gobierno Nacional? ¿Estas viviendas se asignarán? Y si sí, ¿Bajo qué figura de cobertura al interés?
Ahondando en cifras del informe anual de CAMACOL, en su gran mayoría el balance en la construcción es dramático, al solo ver que el indicador de producción de obras civiles, cayó un 17.9% respecto al año inmediatamente anterior y que 4 de los 5 subsectores de la construcción presentaron decrecimientos. Es necesario tomar medidas efectivas al respecto, ya que para 2024 se proyectan construir 118.000 viviendas, cuando en 2021 estábamos por encima de 230.000 en solo ventas.
Finalmente, miremos un último dato qué va más allá de la vivienda, este tiene que ver con los despachos de cemento, frente a lo cual en julio se registró un nuevo retroceso de 6,5 %. Al mismo tiempo, la producción de concreto registró una variación del -3 % respecto al año anterior.
Lo anterior da cuenta del porqué la economía colombiana desaceleró notablemente su crecimiento anual a un 0,3% en el segundo trimestre de 2023, según el DANE, gravísimo para el porvenir de un país donde no solo pareciera qué va pa´ atrás la economía, la construcción, sino la estabilidad democrática.
Gracias a Dios, a la iglesia católica, a los gestores internacionales y la Fuerza Pública por la liberación de “Mane” Díaz, el papá de «Lucho» ¡Es hora de LIBERAR A TODOS YA!