Por: Diógenes Armando Pino Ávila

    Esta semana La Administración municipal y algunos miembros de la comunidad de mi pueblo, se reunieron con funcionarios de FONTUR y dialogaron sobre el desarrollo turístico de la localidad, lo cual, naturalmente afectará positivamente, no solo a Tamalameque, sino, a los pueblos aledaños y a algunos municipios de La Depresión Momposina.

    Para no remitirlos a buscar qué es FONTUR: “es el brazo técnico ejecutor del MinCIT que contribuye al crecimiento económico y desarrollo social de la nación, potencializando la infraestructura y la competitividad turística, así como la promoción de Colombia y sus destinos, a nivel nacional e internacional, en articulación con entidades gubernamentales, territoriales, el empresariado y las comunidades, mediante asistencia técnica a los territorios, con innovación, inclusión y participación social, propiciando la construcción de paz e incentivando prácticas responsables y sostenibles”.

     Cabe decir que Fontur como brazo ejecutor de MinCIT (Ministerio de Comercio, Industria y Turismo) Ejecuta los recursos asignados por el Gobierno Nacional y los recaudados por la contribución parafiscal a través de proyectos de competitividad, promoción e infraestructura turística que están acorde a la política de turismo definida por el MinCIT. Administra y/o enajena los bienes inmuebles con vocación turística extintos o incautados por delitos de narcotráfico, enriquecimiento ilícito, testaferrato y conexos; y los de propiedad de la antigua Corporación Nacional de Turismo – CNT.

     Aclarados estos aspectos retomo el hilo del tema en Tamalameque, hace tres noches, recibí una llamada del alcalde actual Leonardo Vega, donde muy amablemente me pidió que me reuniera con él en su despacho, asistí a la alcaldía y dialogué con él en un clima de cordialidad y sin prevenciones políticas, en concreto hablamos de la reunión de Fontur y la importancia de que ese ente gubernamental potenciara un desembarcadero como destino turístico, en nuestro corregimiento Puerto Bocas, el que está situado a orillas del Río Grande de la Magdalena y a solo un Kilómetro de nuestra cabecera municipal. Me pareció genial la idea y aproveché para informarlo de mi visión sobre el turismo en Tamalameque.

    Le dije que los aspectos culturales que sirven de insumo al turismo requerían algo de locura acompañada de racionalidad y que si bien nuestro municipio, como los demás de nuestra región, son ricos en esos insumos, también es cierto que son oralidad, pues no se ha dado la concreción para que propios y extraños lo palpen. Por ello, le planteé que había la necesidad de iniciar con la gestión de recursos para obras concretas tales como: a) Un museo etnográfico donde se muestren los elementos que hacían parte de la cotidianidad de nuestros mayores, elementos de cocina, de labranza, de labores caseras, piezas precolombinas de nuestros ancestros chimilas, como hachas indígenas, urnas funerarias, etc. Además, resumir la historia de Tamalameque en imágenes, una galería cronológica de fotografías en blanco y negro del Tamalameque de ayer, incluyendo en ellas fotografías de nuestros personajes típicos, en exposición permanente en los pasillos de La Casa de La Cultura y Turismo.

b) Gestionar recursos para la elaboración de monumentos a nuestras leyendas, La Llorona, La Luz corredora, El cuero arrastrao, etc., las cuales han de ser situadas en sitios estratégicos del pueblo para hacer el recorrido con los turistas que nos visiten y a su alrededor los stands, donde se vendan los souvenirs que le recuerden al turista su estadía en nuestro pueblo. C) Se requiere que se articule con el SENA la capacitación de guías turísticos, gastronomía local y atención a turistas por parte de artesanos, dueños de hoteles, restaurantes y estaderos en el casco urbano y en Puerto Bocas, lo mismo que a los ciclo-taxistas que conducirán los turistas por el pueblo, así mismo, a los chaluperos de Puerto Bocas que realizaran el recorrido por algunos sectores del río, el caño Tagoto y la ciénaga del Cristo en el eco-tour.

d) Necesitamos, gestionar recursos para eliminar las construcciones que han realizado sobre el Malecón del río en el puerto y reemplazarlos por quioscos turísticos que sean amigables con el paisaje, para que no priven al visitante de la hermosa vista del Magdalena y sus atardeceres. e)  Elaborar proyecto para adoquinar, iluminar con faroles El Callejón del Peligro (donde salían los espantos). Por razón de espacio dejo el tintero otros aspectos que le insinué a nuestro alcalde para darle coherencia a lo de FONTUR y así estar preparados y poder tener algo que mostrar a los visitantes.

    No solo de vallenato viven los pueblos del Cesar, hay que tener la dosis de locura y racionalidad necesaria para soñar y concretar el sueño cultural que potencie y permita el progreso y desarrollo económico de nuestros pueblos. Creo que estas ideas contextualizándolas de acuerdo a cada municipio pueden ayudarnos a crecer y ayudar a crecer al mismo departamento.

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