Por Diógenes Armando Pino Sanjur “May Francisco”
Aguachica es considerada la segunda ciudad del Cesar, gracias a su posición geográfica se ha constituido como el epicentro económico, comercial, cultural y social del sur del Cesar, sur de Bolívar y los Santanderes.
A través de su historia Aguachica ha tenido que sortear dificultades, falta de recursos, inversión y obras que no han permitido su avance, la satisfacción de sus necesidades básicas y oportunidades para su gente, esto ha avivado el inconformismo y disgusto de la comunidad, al punto de plantear la opción de segregarse del Departamento del Cesar y formar otra entidad territorial que les permita alcanzar el desarrollo y progreso que esta población merece.
Aguachica esta llamada a transformarse en la ciudad del futuro, tarde o temprano el sueño y anhelo de convertirse en capital será consumado, pero para ello, se debe organizar, fortaleciendo y garantizando la seguridad, el mejoramiento, ampliación y optimización del Servicio de acueducto y alcantarillado, la recuperación de la malla vial, programas de acceso y mejoramiento de vivienda, oportunidad laboral, mejor educación y salud para todos.
La ciudad se encuentra a las portas de cumplir 280 años de historia y lucha, es por ello, que se debe trabajar incansablemente por su organización y transformación, para convertirla en una ciudad más competitiva, atractiva y moderna, que permita brindarle a su gente bienestar y mejores condiciones de vida.
Aguachica debe aprovechar el Bosque del Aguíl y Potosí, integrándolos con el cerro de las cruces como mirador para construir un corredor turístico, ecológico y cultural que le permita a la ciudad abrirse como destino turístico.
La Educación debe depender del ente territorial y no seguir siendo manejada por el departamento, para ello se debe adelantar las acciones y gestiones necesarias que permitan certificar a la ciudad, para que así pueda manejar los recursos de la Educación.
La Ciudad debe comunicarse con el resto del país de manera eficiente y eficaz, por esto se hace necesario que el aeropuerto Hacaritama funcione de manera idónea, que la terminación de la ruta del sol sea una realidad, pero que no aislé la ciudad, sino por el contrario la una al resto del país.
El deporte, la recreación y sano esparcimiento debe ser una prioridad para blindar a nuestros niños, niñas y adolescentes del flagelo de las drogas, el fortalecimiento del emprendimiento debe ser una preponderancia para convertir Aguachica en la ciudad pionera de la economía naranja que permita a sus habitantes generar los recursos que mejoren vida.
Aguachica cuenta con unas potencialidades únicas, una belleza natural inigualable, una posición geográfica privilegiada, una gente buena y pujante, un acervo cultural inagotable, lo que le falta es amor y compromiso de sus gobernantes, que piensen en el interés general y no personal, para que realicen la inversión y ejecución de grandes obras que la ciudad requiere para garantizarle un mejor futuro y que se transforme en la ciudad de todos y para todos.