La intensa ola invernal que afecta a Colombia y en especial al departamento del Chocó deja una crisis humanitaria sin precedentes. Las fuertes lluvias de las últimas 72 horas provocaron el desbordamiento de varios ríos, inundando extensas áreas y afectando a más de 25.000 familias en municipios como Bahía Solano, Alto Baudó y el Litoral del San Juan.
La gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, declaró el estado de emergencia, señalando que “25 de los 31 municipios están lidiando con inundaciones, deslizamientos de tierra y desbordamientos”. Las comunidades más afectadas han perdido sus hogares, cultivos y medios de subsistencia, quedando en condiciones de vulnerabilidad extrema.
En Bahía Solano, más del 70% de la población se encuentra bajo el agua, lo que llevó a las autoridades locales a declarar la calamidad pública por segunda vez en menos de dos semanas. La alcaldesa Liliana Ortiz Salazar hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para priorizar el apoyo a este municipio, que enfrenta una devastación generalizada.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) ha pronosticado la continuidad de las lluvias, aumentando la preocupación de las autoridades y la población. Las comunidades afectadas requieren con urgencia asistencia alimentaria, refugio temporal y atención médica. Las autoridades locales y organizaciones humanitarias han solicitado al Gobierno Nacional y a la comunidad internacional apoyo inmediato para atender esta emergencia.
La situación en el Chocó es crítica. Miles de familias lo han perdido todo y enfrentan un futuro incierto. La solidaridad y el apoyo son esenciales para superar esta tragedia y brindar esperanza a quienes más lo necesitan.