Por: Diógenes Armando Pino Ávila

Este apartado del libro La Tambora, su universo mágico, trata de los aires, ritmos o sones de la Tambora.

Modalidades: En la Tambora existen cuatro aires o sones, que hacen de ella algo expresivo y

versátil. Estos cuatro aires son: La Tambora – Tambora, la Guacherna, El Berroche o pereque y

el Chandé.

La Tambora – Tambora: Es como se dijo anteriormente un aire o modalidad de la Tambora y se caracteriza por el ritmo del canto y la instrumentación, donde las baquetas golpean el parche de la Tambora y suben una vez cada tantos compases a golpear la madera en la parte del borde del cilindro revestido de cuero.

Son ejemplos de la Tambora-Tambora cantos como: El Avión, La Palma Real, Er mico se come Er may, etc.

La Guacherna: Es un aire más alegre, un poco más rápido que el anterior, donde las baquetas golpean primero el cuero y después la madera, subiendo ambos palos a golpear cuero y madera en el instrumento, canción típica de la Guachema: La Zaragozana.

El Berroche o Pereque: Es el aire más alegre de la Tambora donde las baquetas, una golpea el cuero y otra la madera, dando unas resonancias características que invitan al baile, Canción típica de Berroche: El Pajarito, Requema.

El Chandé: Es tal vez la modalidad más difundida nacionalmente debido al trabajo de Totó la Momposina; con el agravante de ser en muchas partes distorsionado en el aspecto de la Danza. Esto por cuanto en la observación de diferentes Grupos, de los diferentes poblados de la orilla del río Magdalena, notamos grandes diferencias en cuanto al baile.

En muchos pueblos desapareció el Chandé y en otros, pocos ancianos lo bailan, por lo cual ha

sido difícil recabar material auténtico sobre este aire constitutivo de la Tambora. La ejecución del instrumento es como la del Garabato, o Danza de la Muerte.

N. B. Este texto tomado del “La Tambora, su universo mágico”, ya lo he dicho, lo escribí en mis mocedades y lo publique años después, nunca he querido modificarlo, pues en él consigné mi deslumbrada visión de poeta ante el fenómeno cultural que practicaban los ancianos de mi pueblo y de La Depresión Momposina en general. En lo concerniente al apartado de modalidades, aires o sones de la Tambora debo aclarar, no soy músico, (no canto, no bailo ni toco ningún instrumento) solo hago, como diría Gabo, un notariado, registrando la observación e indagación etnográfica que realicé en ese entonces.

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