Cuando el canario muere el patio entra en silencio
El sonido del silencio inunda el solar mientras el tiempo se detiene y retrocede. El sonido de la vida se patrasea a la espera del momento de volver a vivir. Pero para ello pasará mucho tiempo.
Una comunidad tan grande como la morroca que no sea capaz de mantener el ruido de la imprenta que lleva la noticia, el comentario, el análisis, el humor y la entretención en las páginas de un periódico, es una comunidad que camina hacia atrás.
Dejar morir un periódico, o una revista o una emisora es permitir que la oscuridad reine; es dejar perder un derecho fundamental a ser y estar informado.
Aguachica va hacia atrás en el derecho de estar informado aun cuando camine para adelante. Es como caminar hacia el Oriente sobre una correa que va hacia el Occidente a mayor velocidad. Al final se termina en Occidente.
Aguachica dejó perder las emisoras La Voz de Aguachica y Ondas del César; y a partir de ahora deja de circular el periódico El Nuevo Sur que por más de 19 años ininterrumpidos estuvo informando, analizando y entreteniendo a la región. Ojalá estemos diciéndole con estas palabras, hasta pronto.
Las alcaldías, los institutos descentralizados locales y regionales, las empresas privadas y nosotros los lectores debimos, debemos, hacer un esfuerzo, o pautando o comprando el periódico para que retorne pronto.
Los medios de comunicación como El Nuevo Sur tienen que combatir contra las crisis económicas y contra los embates de algunas administraciones, como la local anterior, que prefieren administrar en la oscuridad que produce la no circulación de los medios de comunicación.
A José de Dios Quintero, Aguachica le debe una estatua por la proeza de mantener en pie El Nuevo Sur por tantos años. No pudo más: a lo imposible no estaba obligado.
Yo le profeso agradecimientos eternos por permitirme compartir lo que pienso con la basta y variada gama de lectores, a pesar que a veces teníamos diferentes pareceres. Fue un demócrata en todo el sentido de la palabra. Aprendí de Diógenes y de su hijo y de los otros columnistas que con sus escritos en El Nuevo Sur me ayudaron a formarme mejor.
Morrocos: más vale un periódico desbordado que amordazado, y José de Dios no se dejó poner la mordaza.
Cuánto ejemplo irradió con su actitud como propietario de, El Nuevo Sur.
A los pocos o muchos lectores, por siempre agradecido; prometo seguir exponiendo mis puntos de vista en las redes con autonomía e independencia que me caracteriza.
Cuando muere el gorrión, el bullicio del solar muere con él y el silencio que se apodera del patio es casi que mortal para los solareños.
Aguachica, última edición en físico de E Nuevo Sur, junio 13 de 2024.