Por: Fabio Alonso Vergel Serna – economista
Amables lectores en esta oportunidad la conversación con mis nietos María Alejandra y Pablo, tiene como núcleo central comentarles la relación de poder de los grandes empresarios de Colombia con los medios de comunicación que se demuestra con varios ejemplos:
Luis Carlos Sarmiento Ángulo es el dueño de medios como: El Tiempo, Portafolio, Llano 7 Días, Boyacá 7 Días, ADN Bogotá, ADN Cali, ADN Medellín, ADN Barranquilla, Revista Don Juan, Lecturas Dominicales, Revista Carrusel, Motor, Elenco, Bocas, Revista Aló, City TV, Canal El Tiempo, además de sus 10 empresas en versiones digitales.
Pero adicional a las empresas de comunicación, Sarmiento Angulo es dueño del Grupo Aval, el cual está conformado por el Banco de Bogotá, Banco de Occidente, Banco Popular y el Grupo BAC (Credomatic), Corficolombiana (la corporación financiera más grande de Colombia) Porvenir (fondo de pensiones y cesantías) y algunas filiales a nivel nacional y mundial de acuerdo con información de dicho conglomerado.
Carlos Ardila Lülle, quien es el dueño de RCN Televisión, RCN Radio, Mundo FOX, RCN Cine, NTN24, WIN Sports y RCN Novelas.
El industrial, considerado como el tercer hombre más rico del país, también es propietario de las bebidas Postobón S. A., Projugos, Iberplast y Heineken en Colombia. En materia automotriz es dueño de Los Coches y Los Autos.
Sin embargo, allí no termina todo. Ardila Lülle, es dueño de Incauca S. A. S., Ingenio Providencia, Sucroal S. A., Sotará, Grupo Núcleos de Madera e IPBJ S. A., entre otras organizaciones.
Al igual que, el Grupo Empresarial Santo Domingo que, a través del Valorem S. A., cuyo propietario es Alejandro Santo Domingo, tiene bajo su «imperio económico» medios de comunicación como Canal Caracol, El Espectador (Comunican S. A.), Blue Radio y Cromos.
A su vez, este grupo es dueño de las más de mil tiendas de cadena D1 (Koba Colombia), además de las empresas: Cine Colombia, Refocosta, Ditransa, San Francisco Investments y Gases del Caribe, según Monitoreo de Medios.
La familia Gómez & Hernández, es dueña del Periódico El Colombiano, La República, Periódico Q’hubo, Periódico Gente, Revista Viernes, Revista Turbo, Revista Resumen, Revista Generación, Juegos y Retos, Revista C para Ti, Revista Nueva, Revista Deportes, Elcolombiano.com, Gente.com.co, Qhubo.com, Revista YOK, Revista Paladares, Revista QuéMePongo, también tiene participación en Colprensa, el Grupo Nacional de Medios y Periódicos Asociados Comercializadora Ltda.
Jaime Gilinski Baca, dueño del Grupo Gilinski, el cual compró, el año anterior, el 50 por ciento de Revista Semana.
Como se puede observar, se trata de cinco grandes empresas, controladoras, en algunos casos, no solo del comercio en general, sino del comercio de las comunicaciones.
En el primer caso, Luis Carlos Sarmiento, dueño de alrededor de 27 medios de comunicación y más de 6 grupos financieros en Colombia. Para el segundo caso, el empresario Carlos Ardila Lüle, dueño de 7 medios de comunicación y de más de 10 organizaciones empresariales. En cuanto al tercer caso, el empresario Santo Domingo, propietario de 4 medios de comunicación y 5 empresas. Una de esas (como ya se mencionó) conformada por más de 1300 tiendas de cadena en 24 departamentos.
El cuarto caso, corresponde a la familia Gómez Hernández, dueña de más de 17 medios y con participación en otros. Y en el último y quinto caso, Jaime Gilinski Baca, propietario de la mitad de uno de los medios más influyentes en el país: Revista Semana y, además, del Banco GNB Sudameris, Plásticos Rimax y Productos Yupi, según la comunidad financiera Rankia.
La familia Galvis, propietaria de los periódicos Vanguardia Liberal de Bucaramanga, con participación accionaria en El Universal de Cartagena, La Tarde de Pereira, El Nuevo Día de Ibagué y La Patria, de Manizales.
La familia Lloreda es propietaria del periódico El País, de Cali.
De otra parte, hay que resaltar el anuncio del presidente Petro de la LEY DE TERCIOS que consiste en que de la pauta oficial una tercera parte va a los medios en redes, una tercera a los medios tradicionales y la última para los medios alternativos.