Desde el hospital Policlínico Gemelli, donde se encuentra internado el Papa, Francisco firmó la canonización del médico venezolano José Gregorio Hernández, convirtiéndolo oficialmente en San José Gregorio Hernández.
Lo anterior se dio tras la audiencia concedida en el Hospital Policlínico Gemelli, donde se encuentra internado el Papa, a la que asistieron el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, y a Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.
El Pontífice aprobó los votos favorables de la Sesión Ordinaria de los Padres Cardenales y Obispos miembros del Dicasterio para las Causas de los Santos para esta canonización, así como para la del Beato Bartolo Longo, fiel laico, nacido en Italia el 10 de febrero de 1841 y fallecido en Pompeya (Italia) el 5 de octubre de 1926.
Ante esto, el cardenal de Venezuela, Baltazar Enrique Porras, comentó que esto se dio «porque su devoción se ha extendido tanto, no solo en Venezuela sino en el mundo entero», y eso es suficiente para que se diera la canonización.
Además, señaló que la trascendencia que esto tiene es que San Gregorio es un ejemplo de santidad, de entrega y de vida, por lo que invita a los fieles a «seguir sus huellas y ser constructores de un mundo mejor».
El médico José Gregorio Hernández, nació en el estado andino de Trujillo en 1864. Murió en 1919 tras ser atropellado por un automóvil en Caracas, y sus devotos pasaron décadas pidiendo al Vaticano que lo pusiera en el camino de la santidad.
En 2017, la iglesia atribuyó un milagro a Hernández por salvar la vida de una joven, Yaxury Solorzano, quien recibió un disparo en la cabeza durante un intento de robo. Los médicos habían dicho que Solorzano quedaría discapacitada si lograban salvarle la vida, pero se recuperó y pudo caminar apenas unas semanas después de salir del hospital, según los registros de la iglesia.
