Por: Fabio Alonso Vergel Serna – economista
Amables lectores la conversación con mis nietos María Alejandra y Pablo, tiene como objetivo principal referirse a los dos hombres más ricos del mundo, que serían dignos supervillanos de muchas películas, aunque en este caso la realidad es mucho peor que la ficción. Ambos son propietarios de emporios multinacionales que explotan a millones de personas y que incluyen ambiciosos proyectos espaciales, redes satelitales, investigación en IA, cadenas logísticas globales, plataformas de venta online, medios de comunicación, redes sociales, infraestructuras de servidores, fábricas automovilísticas y mucho más. La fortuna personal de Elon Musk se calcula en 240.000 millones de dólares y la de Jeff Bezos en 200.000 millones, según Forbes. Pero eso no es todo: ¡ambos compiten actualmente en la carrera espacial por Marte! La NASA tiene varios contratos con las empresas SpaceX (Elon Musk) y Blue Origin (Jeff Bezos), como parte de un programa para instalar bases en el planeta rojo.
Según una investigación del New York Times, SpaceX ha creado varias divisiones de investigación con el objetivo a largo plazo de construir una colonia autosostenible en Marte. El proyecto tendría por delante todo tipo de obstáculos. La creación de cohetes reutilizables de grandes dimensiones para trasladar enormes cantidades de materiales e insumos sería solo el primero de los problemas. Mientras algunos científicos estarían trabajando en el diseño de trajes espaciales para resistir condiciones ambientales hostiles, otros indagan si sería posible la reproducción biológica de la especie humana fuera de nuestro planeta. Elon Musk desmintió en X que hubiera donado esperma para evaluar las posibilidades de cultivar una pequeña colonia de terrícolas en el espacio, una posibilidad verosímil teniendo en cuenta su personalidad. MUSK ADHIERE A LA IDEOLOGÍA PRONATALISTA DE LOS NEORREACCIONARIOS (NRX), UN MOVIMIENTO ENCABEZADO POR MILLONARIOS ULTRACONSERVADORES QUE FINANCIAN AL ACTUAL CANDIDATO A LA VICEPRESIDENCIA DE EEUU, JAMES D. VANCE. Estos se definen como antiigualitaristas, contrarios a la ilustración y a la democracia liberal. Piensan que están llamados a “salvar a la humanidad” mediante el desarrollo tecnológico y políticas oligárquicas. Promueven que los países más ricos suban las tasas de natalidad (NATALIDAD BLANCA, CLARO ESTÁ), para evitar la amenaza del “GRAN REEMPLAZO” provocado por oleadas migratorias. Musk ya tiene 10 hijos con diferentes mujeres. No es extraño que considere que su propia “semilla” sería la más adecuada para iniciar una nueva especie afincada en Marte. Más nazi, no se puede.
Los delirios de grandeza de Elon Musk (le gusta llamarse a sí mismo “Emperador de Marte” o “Tecno Rey de Tesla”) no son ajenos a una época de crisis profunda del orden neoliberal occidental, en la que emergen figuras aberrantes que, a su modo, expresan la locura de la razón económica. Su ambición es llevar al extremo la irracionalidad capitalista, en su propio beneficio, como nuevos sheriffs acaudalados de un oeste salvaje. No por nada, Elon Musk es el capitalista más admirado por JAVIER MILEI, otro que cree que tiene línea directa con la divinidad y que habla con sus perros en el más allá. Cierto es que también están unidos por intereses más “terrenales”: Musk busca quedarse con las codiciadas reservas de litio del norte argentino y ya ha comenzado su avanzada en el país con la empresa de satélites Starlink.
SI BIEN MARX YA HABÍA SEÑALADO QUE EL CAPITALISMO BUSCA TRANSFORMAR EL MUNDO ENTERO A SU IMAGEN, QUIZÁS SE HUBIERA SORPRENDIDO DEL GRADO DE MEGALOMANÍA DE ESTAS NUEVAS PERSONIFICACIONES DEL CAPITAL EN EL SIGLO XXI.
FUENTE: Marx y la guerra de clases: ¿sueña Elon Musk con esclavos en Marte? Josefina L. Martínez, ctxt